Tambores de Luz
lunes, 16 de enero de 2017
viernes, 11 de noviembre de 2016
Extracto de "Diario íntimo" de Miguel de Unamuno...
Con la razón buscaba un Dios racional, que iba desvaneciéndose por ser pura idea, y así paraba en el Dios
Nada a que el panteísmo conduce, y en un puro fenomenismo, raíz de todo sentimiento de vacío. Y no sentía al Dios vivo, que habita en nosotros, y que se nos revela por actos de caridad y no por vanos conceptos de soberbia.
Nada a que el panteísmo conduce, y en un puro fenomenismo, raíz de todo sentimiento de vacío. Y no sentía al Dios vivo, que habita en nosotros, y que se nos revela por actos de caridad y no por vanos conceptos de soberbia.
Hasta que llamó a mi corazón, y me metió en angustias de muerte.
Unamuno, M. (2007), Diario íntimo. Barcelona, España: Editorial folio.
jueves, 29 de septiembre de 2016
El manantial de leche
No lo busques fuera de tí.
¡Tu eres el manantial de leche! ¡No ordeñes a los demás!
En tu interior hay un manantial de leche.
No des vueltas por ahí con el cubo vacío.
Posees un canal hacia el océano y, no obstante,
mendigas el agua de un pequeño estanque.
Pide esa expansión de amor.
Medita exclusivamente sobre ESO.
El Corán dice:
"Y Él es contigo".
¡Tu eres el manantial de leche! ¡No ordeñes a los demás!
En tu interior hay un manantial de leche.
No des vueltas por ahí con el cubo vacío.
Posees un canal hacia el océano y, no obstante,
mendigas el agua de un pequeño estanque.
Pide esa expansión de amor.
Medita exclusivamente sobre ESO.
El Corán dice:
"Y Él es contigo".
RUMI, extracto del libro "El nirvana aquí y ahora", autor, Josh Baran
domingo, 25 de septiembre de 2016
Volví!
Después de muuuuchos días transcurridos, he vuelto jajaja!
Y quiero compartir esta historia:
"...Yin-tsung también preguntó:
- ¿Cómo se demuestra y transmite el legado del Quinto Patriarca Zen?
Yo le dije:
- No hay demostración ni transmisión alguna. Es sólo cuestión de ver la naturaleza [original].
No es cuestión de meditar y liberarse.
Yin-tsung preguntó:
- ¿Por qué no es una cuestión de meditar y liberarse?
Yo le dije:
- Porque esas dos cosas no son budismo. El budismo es una enseñanza no dual. "
Y quiero compartir esta historia:
"...Yin-tsung también preguntó:
- ¿Cómo se demuestra y transmite el legado del Quinto Patriarca Zen?
Yo le dije:
- No hay demostración ni transmisión alguna. Es sólo cuestión de ver la naturaleza [original].
No es cuestión de meditar y liberarse.
Yin-tsung preguntó:
- ¿Por qué no es una cuestión de meditar y liberarse?
Yo le dije:
- Porque esas dos cosas no son budismo. El budismo es una enseñanza no dual. "
HUI-NENG
Extraído de "El nirvana aquí y ahora", Josh Baran, Editorial Sirio,
jueves, 20 de marzo de 2014
Metafisica 4 en 1
Este es un librito muy importante para quienes encuentran en la metafísica cristiana un refugio de Amor y Sabiduría. Debido a que es uno de los primeros acercamientos "con palabras de a centavo" como lo ha definido su autora Conny Méndez.
Esta obra de titulada "Metafísica 4 en 1" nos enseña las bases, los conceptos, las herramientas con las que podemos transformar "nuestro mundo" en el "mundo que Dios tiene para nosotros".
Si querés conocer más acerca de Conny Méndez y su vastisima obra podés visitar: http://metafisica.com/
También te dejo una imagen de su libro "Metafísica 4 en 1" para que puedas googlearlo y leerlo en línea!!
Adios!
Esta obra de titulada "Metafísica 4 en 1" nos enseña las bases, los conceptos, las herramientas con las que podemos transformar "nuestro mundo" en el "mundo que Dios tiene para nosotros".
Si querés conocer más acerca de Conny Méndez y su vastisima obra podés visitar: http://metafisica.com/
También te dejo una imagen de su libro "Metafísica 4 en 1" para que puedas googlearlo y leerlo en línea!!
Adios!
viernes, 13 de diciembre de 2013
Buda y Dios
Hay una hermosa historia de Gautama Buda...
Una mañana un hombre le preguntó: «¿Existe Dios?».
Buda miró al hombre a los ojos y le -dijo: «No, Dios no existe».
Ese mismo día, por la tarde, otro hombre le preguntó: «¿Qué piensas acerca de Dios? ¿Existe Dios?».
Buda miró al hombre a los ojos y le dijo: «Sí, Dios existe».
Ananda, que estaba con él, se quedó muy confundido, pero él ponía siempre mucho cuidado en no interferir en nada. Si tenía alguna pregunta, por la noche, cuando todo el mundo se retiraba y Buda se disponía a dormir, se la exponía.
Pero esa tarde, a la puesta de sol, otro hombre vino con una pregunta muy parecida aunque formulada de forma distinta. El hombre dijo: «Hay gente que cree en Dios y hay gente que no cree en Dios. Yo no sé a quien creer. He venido a pedirte ayuda».
Ananda estaba muy interesado en oír la respuesta de Buda; en un mismo día había dado dos respuestas absolutamente contradictorias y ahora surgía una tercera oportunidad (y no hay una tercera respuesta).
Pero Buda le dio una tercera respuesta. No habló, cerró los ojos. Era un hermoso atardecer. Buda estaba en un bosquecillo de mangos. Los pájaros estaban posados en las ramas de los árboles. El sol acababa de ponerse y soplaba una brisa fresca.
El hombre, al ver a Buda sentado con los ojos cerrados, pensó que quizás era esa la respuesta, así que se sentó junto a él con los ojos cerrados.
Transcurrió una hora y el hombre abrió los ojos, tocó los pies de Buda y dijo: «Tu compasión es grande. Siempre te estaré agradecido por haberme dado la respuesta».
Ananda no podía creer lo que veía, porque Buda no había dicho una sola palabra... Y el hombre se marchó tan contento, totalmente satisfecho. Entonces Ananda le dijo a Buda: «¡Esto es demasiado! Deberías pensar en mí; me vas a volver loco. Estoy al borde de un ataque de nervios. A un hombre le dices que Dios no existe, a otro hombre le dices que Dios existe y al tercero no le contestas. Y el tercero dice que ha recibido la respuesta, está contento y agradecido, y te toca los pies. ¿Me puedes explicar qué significa todo esto?».
Buda dijo: «Ananda, la primera cosa que debes recordar es que esas preguntas no las habías formulado tú; por tanto, esas respuestas no eran para ti. ¿Por qué te preocupas innecesariamente por los problemas de otra gente? Primero soluciona tus propios problemas».
Ananda dijo: «Es cierto, esas no eran mis preguntas y la respuestas no iban dirigidas a mí... ¿Pero qué puedo hacer? Tengo oídos y oigo, y he oído y he visto, y ahora todo mi ser está confundido. ¿Cuál es la respuesta correcta?».
Buda dijo: «¿Correcta...? Lo correcto es la consciencia. El primer hombre era un teísta y quería que le reafirmase en su creencia de Dios. Vino con una respuesta -una respuesta hecha- solamente para que le reafirmase en su creencia y poder decir: "Estoy en lo cierto, incluso el propio Buda me ha dado la razón." Por eso le he dado esa respuesta, solamente para perturbar su creencia, porque creer no es conocer.
»El segundo hombre era un ateo. También ha venido con una respuesta, una respuesta hecha -que Dios no existe-, y quería que le reafirmase en su incredulidad para poder decir que pienso como él. Tuve que decirle: "Sí, Dios existe." Pero el propósito era el mismo.
»Si eres capaz de ver mi propósito, verás que no hay contradicción. Estaba perturbando la creencia preconcebida del primer hombre y la incredulidad preconcebida del segundo hombre. La creencia es afirmativa, la incredulidad es negativa, pero en realidad ambas son una misma cosa. No provienen de alguien que conoce; y ninguno de ellos era un verdadero buscador, ambos acarreaban prejuicios.
»El tercero era un verdadero buscador. No tenía ningún prejuicio, abrió su corazón y me dijo: "Hay gente que cree en Dios, y hay gente que no cree en Dios. Yo no sé a quien creer. He venido a pedirte ayuda." Y la única ayuda que podía darle era una experiencia de consciencia silenciosa; las palabras son inútiles. Y cuando he cerrado mis ojos ha entendido el mensaje. Era un hombre con una cierta inteligencia: abierto, vulnerable. Y cerró los ojos.
»Al profundizar en el silencio, al volverse parte del campo de mi silencio y mi presencia, ha empezado a adentrarse en el silencio, a adentrarse en la consciencia. Cuando transcurrió una hora parecía como si sólo hubieran transcurrido unos minutos; no recibió ninguna respuesta en palabras pero recibió la verdadera respuesta en silencio: no te preocupes acerca de Dios, no tiene ninguna importancia si existe o no. Lo que importa es la existencia del silencio, si existe o no la consciencia. Si eres silencioso y consciente, tú mismo eres Dios. Dios no es algo ajeno a ti: o eres una mente o eres Dios. En silencio y conciencia, la mente se disuelve, desaparece, y se te revela la divinidad. Sin haberle dicho nada ha recibido la respuesta, y la ha recibido de una forma perfectamente correcta».
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