Una biblioteca en el cuarto de los chicos es fundamental. Es hora de reemplazar el lugar que tenían para guardar los libros cuando eran más chiquitos (una caja grande, un espacio en el ropero...). Bastaría con poner varios estantes con guías adosados a la pared . No se necesita una biblioteca de madera dura, ni otra cara y sofisticada.
Más que la forma, importa el contenido de la biblioteca, Cómo se distribuyan allí los ejemplares y que sea exclusiva del niño.
A la hora de surtirla, conviene tener en cuenta que comprar libros no es un gasto, es una inversión.
¿Acaso los padres lo piensan tanto a la hora de comprarles un juguete, juegos para la computadora, golosinas o pagarles un almuerzo en un negocio de comidas rápidas? ¿Por qué en épocas de bolsillos flacos en lo primero en lo que se economiza es en libros?
Así como alimentamos el cuerpo infantil (y nos rendimos a tantos de sus caprichos), alimentemos también su espíritu.
Los libros cuestan menos que cualquiera de las opciones pasajeras mencionadas, y les quedan para siempre. "¡No!¡Si los destroza! Los dobla, se le salen hojas, los arruina". ¡Gracias a Dios! Eso significa que los leyó. No importa cómo queda el libro, sino cómo queda el chico, después de haberlo leído.
María Brandán Aráoz
(del libro "Los Chicos y los Libros: ¿Cómo lograr que lean?")
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